Es la noticia del día en todos los medios tecnológicos, y es que los gigantes de Redmond han adquirido la sección móvil de Nokia por una considerable suma. A parte de ser una sorpresa en el mercado, ¿tiene que poner nerviosos a sus principales competidores?.
Aunque a paso lento, Windows Phone va creciendo y llevándose su parte del pastel del mercado, un sistema operativo que convence a muchos usuarios por su sencillez y estilo minimalista. Pero parece que este crecimiento no es suficiente para Microsoft, y han decidido agarrar el toro por los cuernos y seguir los pasos de sus principales competidores: Hacerse con una empresa de hardware con la que sacar el máximo partido a su software.
Y no parece una mala idea, ya que a Apple le ha funcionado francamente bien el tener bajo su control estas dos partes imprescindibles de la tecnología desde sus comienzos, pasos que ha seguido Google con la adquisición hace un año de Motorola y la reciente presentación de su Moto X.
La compra de Nokia (de su parte móvil), garantiza a la creadora de Windows un escenario parecido al de esos dos grandes competidores, en el que el hardware ya no es un problema y facilita la optimización de su sistema operativo, que estoy seguro mejorará todavía más en fluidez, prestaciones y conectividad con el resto de los equipos de la compañía.
Las intenciones de Microsoft son claras: Expandirse aumentando su presencia en el mercado y conseguir un número de seguidores más elevado, lo que parece que pretenden conseguir aumentando la presencia de dispositivos Lumia sin restringir el uso de su sistema por parte de otros fabricantes.
Predecir el resultado de un cambio tan reciente es aventurarse demasiado, pero hay que tener en cuenta que el principal inconveniente que tenía Nokia para lograr resultados interesantes era la falta de recursos, ya que su hardware siempre ha gozado de buenas valoraciones. Ahora, bajo el paraguas de una de las grandes empresas de la industria tecnológica, esto deja de ser un problema y si saben jugar bien sus cartas, los de Microsoft pueden ser un serio rival con el que competir más allá del mercado de los smartphones.
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